domingo, 12 de septiembre de 2021

Si bebo vienes

Si bebo vienes, y no te vas. 

La resaca de tu risa atrapa todo lo que me rodea

las promesas que nunca cumpliste 

todos los planes que rompiste.

Dime cómo borro tus huellas

dime cómo me alejo de todo lo que te dije

y lo siento. 

Si bebo vienes

pero no eres tú.

Y ahora no se va

no se va.

Si bebo vienes

con tu risa

tu pelo

tu olor

y no te vas. 

Aunque yo quiera irme, tú no te vas.

Y no me dejas

nunca

nunca me dejas.

Si bebo vienes

pero ésta

no eres tú. 

jueves, 15 de abril de 2021

Bosque sin hadas

 Recuérdale a ese ciervo que lo sientes, 

que la bala que lo atraviesa no es la tuya.

Esconde la escopeta,

límpiate las manos,

arrodíllate,

llora.

Quizás así te crea,

te perdone.

Dile que es por su bien

es tu naturaleza.

Pero sigues,

sigues,

sigues,

dejando muertos a tu paso

llenando acequias de llanto.

Hasta que llegue tu día

y entonces el ciervo no llore,

y seas tú quien muere en tu bosque.



jueves, 15 de octubre de 2020

No voy a ser un muerto más

 Al volver a casa ya no estabas, 

sentí el vértigo, el vacío. 

La desesperación del que no quiere morir pero siente como se ahoga, y no puede respirar, nadar, 

vivir.

Hasta que se apaga su llama y no queda nada, ni un último aliento, que habrá perdido en el abismo del mar abierto. 

Tuviste que ver cómo me iba, 

cómo llenaba mi barca, 

para decirme que no me querías, que todo moría.

No me quitaste la pistola de la boca, y ahora soy otro más de esos que en el agua flotan.

Con la única diferencia de que yo; siempre sobrevivo.


miércoles, 8 de enero de 2020

Silencio

Se fue tan lejos que no pude ni ver cómo se marchaba,
ni siquiera tuve aliento
para pedirle el último beso.
No le dije que la quería,
no le dije que era la única,
que no iba a haber otra,
nunca.
Le grité,
le grité tan fuerte que después no pude respirar,
pero ya no estaba.
Ya no estaba,
y me había dejado un vacío tan grande
que incluso me ahogaba.
Solo escuchaba mi eco
que retumbaba
repitiéndome
una y otra vez:

la has perdido.
Eres imbécil,
tú has hecho que se vaya,
tú no has impedido que desaparezca.

A veces me vuelvo egoísta,
y me convenzo de que te dejé ir por ti.
Pero lo cierto,
es que nunca pude retenerte.
No tuve,
ni tengo
nada.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Agnus Dei

Y ahora dices que me quieres:
que todavía me quieres.
Desde el fango,
con los pulmones manchados de tierra
y las manos llenas de angustia,
de miseria.
Me quieres,
después de haberme atravesado por la espalda,
con ensañamiento y alevosía.
Después de la caída,
del aterrizaje forzoso,
después de la condena del Arcángel.
Y ya no veo nada que despeje el huracán,
que aleje el desastre.
No hay antibiótico que palie esta enfermedad,
pero tú rezas
que todavía me quieres.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Adiós

He vuelto a soñar contigo, y me he despertado sintiendo lo mismo.
Como si no hubieran pasado los días,
los años,
las heridas,
los flagelos.
Como si no hubiésemos convertido en ceniza todo lo que fuimos
y nos las hubiésemos soplado en los ojos para no ver el desastre.
Como si todavía estuviésemos en nuestro parque,
en nuestra cama,
en nuestro sofá.
Como si todavía existiera un pronombre
que nos nombrase como una,
siendo siempre dos.
Como si algún dia pudiésemos separarnos
sin sentir el vértigo que da perderse
a uno mismo.
Como si no fuese a faltarnos el aire cuando lo digamos.